Así nos podría cambiar la vida el metaverso
Por: WebTeam en julio 26, 2022
En un reciente estudio de Gartner dice que en 2026, el 25% de las personas pasarán al menos una hora al día en el metaverso para trabajar, comprar, educar, socializar o entretenerse. Definimos un metaverso como un espacio virtual colectivo compartido, creado por la convergencia de la realidad física y digital mejorada virtualmente que proporciona experiencias en 2D o 3D mejoradas.
Los metaversos tendrán su propia economía virtual habilitada por monedas digitales y tokens no fungibles (NFT) y permitirán a las personas replicar o mejorar sus actividades físicas y, como extensión, afectará a las empresas con las que los consumidores interactúan a diario, así como a la forma de realizar el trabajo.
Otros ejemplos para los consumidores son la compra de terrenos digitales y la construcción de casas virtuales o las compras en centros comerciales virtuales a través del comercio inmersivo.
Se ha hablado mucho, sobre todo de forma especulativa, sobre el metaverso y su impacto potencialmente transformador. Aunque la mayoría de las cosas relacionadas con el metaverso están todavía en una fase conceptual, hay suficiente humo para sugerir que se convertirá en una realidad en un futuro no muy lejano.
Ya estamos viendo signos de crecimiento significativo. El cambio de nombre de Facebook a Meta fue el gran movimiento, pero también ha habido otros. Grandes marcas como Nike y Gucci han invertido mucho en su presencia en el metaverso, y los puestos de trabajo relacionados han aumentado un asombroso 400% en los últimos doce meses. Nos guste o no, el metaverso está llegando.
Estos nuevos escenarios virtuales van camino de convertirse en una parte integral del comercio electrónico. A través de una serie de innovaciones tecnológicas que funcionan a la perfección, el metaverso puede permitir a las marcas ofrecer a los consumidores una experiencia de compra en línea sin precedentes. Tecnologías como los NFT, la realidad virtual y aumentada y los juegos online presentan oportunidades únicas para que una marca llegue a nuevos clientes de nuevas maneras.
Vender bienes virtuales
Se calcula que en 2021 se gastaron más de 100.000 millones de dólares en bienes virtuales en plataformas de juegos. Esto es dinero real que la gente ha gastado en bienes virtuales y las previsiones muestran que esta cifra seguirá aumentando.
Eliminar los costes de fabricación y transporte asociados a los bienes físicos es una gran oportunidad para todas las marcas. Desde la venta de actualizaciones, pasando por avatares online, hasta la venta de versiones virtuales de productos físicos, no faltan formas en las que una marca puede capitalizar la venta de bienes virtuales.
Construcción de la comunidad
El comercio social es una parte importante del metaverso, y representa una gran oportunidad para todas las marcas. Las marcas pueden crear comunidades atractivas que proporcionen un lugar para que los clientes participen tanto con la propia marca como con otros seguidores de la misma.
Salas de exposición virtuales
Las salas de exposición virtuales son un activo importante tanto para las marcas como para los clientes. Proporcionan una forma de que los clientes comprueben los productos de una manera más profunda antes de comprarlos.
En lugar de comprar algo sin verlo, los consumidores pueden interactuar con los productos en un entorno virtual para ver si les gusta el aspecto y el tacto. Desde la moda hasta los muebles, estas salas de exposición virtuales reducen el número de devoluciones de productos y acortan la distancia entre las compras en línea y en persona.
No cabe duda de que el metaverso permitirá a las empresas ampliar y mejorar sus modelos de negocio de formas sin precedentes y a los consumidores interactuar con ellas de una forma hasta ahora inimaginable.
Para 2026, Gartner espera que el 30% de las organizaciones del mundo tengan productos y servicios preparados para el metaverso, por lo que todas las organizaciones deberían empezar a desarrollar estrategias empresariales digitales que aprovechen la infraestructura incorporada y los participantes del metaverso.
¿Comenzamos a vivir en la extensión digital de nuestra vida?