Empezó cargando cables y hoy produce millonarios conciertos en USA y Europa

Daniel Rodríguez es el vivo ejemplo de la pujanza del emprendedor colombiano. Es trabajador, soñador, alegre, sencillo y estructurado. Piensa en grande y eso lo ha llevado a recorrer el mundo con su pasión: la música. No toca ningún instrumento ni mucho menos canta. Sin embargo, a la hora de estar en el escenario, es el gerente del espectáculo.

Cuando Carlos Vives se baja de la tarima, entrega el micrófono y se prepara para la próxima canción, Daniel es quien está al tanto de toda situación: del sonido, las luces, los efectos visuales y la producción. Es el hombre detrás del concierto, que, con un ejercito de colaboradores a su espalda, maneja todos los hilos de la presentación.

“Todo ha sido con esfuerzo y con ganas de conquistar el mundo”, dice a Forbes sentado desde su oficina en Bogotá. “Realmente ha sido una experiencia bonita, porque los sueños sí se hacen realidad. No te imaginas la cantidad de países que hemos conocido gracias al trabajo. Es algo inimaginable, que de verdad nos llena mucho de orgullo”.

Ha trabajado con artistas de talla mundial y ha producido conciertos para Dalex, J Cortez, Wisin y Yandel, Karol G, Ivy Queen y J Balvin, entre otros. Con su empresa, Audio Performance, ha organizado varias giras en Colombia, así como en América Latina. Incluso, en 2019, estuvo detrás del concierto de Luis Fonsi, en medio de la Final de la Copa Suramericana en Paraguay.

“Es un crecimiento constante en la producción de conciertos dentro y fuera de Colombia” cuenta Daniel, quien desde 2018 apostó por crear empresa, lanzarse al agua y olvidar algunos tristes episodios que impactaron su vida. “Todo lo que hacemos es realmente trabajo de exportación, por eso vemos que los artistas encuentran la calidad que necesitan”. 

Fundada a finales de 2018, Audio Performance se ha ganado la confianza de Carlos Vives y varios artistas de reggaetón, entre ellos el puerto riqueño Dalex. Son ellos quienes producen todos sus conciertos, por lo que ahora se preparan para la gira de Vives que empieza la próxima semana en el American Airlines de Miami.

Con Dalex, cuenta, vienen muchas ciudades en enero y febrero del próximo año, con presentaciones programados especialmente en Puerto Rico. Asimismo, acaban de realizar el Pre-Jamming, un preámbulo que les abrió las puertas para materializar el Jamming 2022, un festival que, de entrada, ya promete reunir a Black Eyes Peas, U40, Don Omar, Silvestre Dangond y Ryan Castro, entre otros.

Pero llegar a la cima de la industria, con grandes contratos ya pactados y otros nuevos que se prevén gestar en los próximos meses, no ha sido fácil. La historia de Daniel ha estado marcada por fuertes episodios, empezando por el asesinato de su padre cuando era muy joven.

El inicio

Oriundo del municipio de Pacho, Cundinamarca, a poco menos de tres horas de Bogotá, Daniel viene de una familia que fue desplazada por la violencia. Cuando a penas tenía siete años, su padre fue asesinado por no ceder ante algunas presiones en el territorio.

“Mi papá era empresario y ganadero. Por cuestiones de la vida, lo amenazaron, nunca quiso vender su finca y lamentablemente lo asesinaron. En el funeral nosotros vimos la misma persona que lo había asesinado. Yo tenía 7 años y es curioso que cuando llegamos al apartamento vimos un panfleto en el que decía que si no nos callábamos, nos mataban”, recuerda con nostalgia.

Junto a su hermano y su madre, quien para entonces era profesora, viajaron a Girardot para rehacer su vida. Llegaron sin nada y con algunos líos económicos a sus espaldas. Sin embargo, fue Daniel quien tras terminar el colegio empezó a trabajar para lograr algún sustento. Cuenta que su mamá le dio un permiso de trabajo y empezó a en una granja porcícola del municipio. Con gracia, advierte que ha sido el “peor trabajo de su vida”, pero en el que pudo ascender para aprender algunos asuntos empresariales y de facturación.

“Duré 6 meses en ese puesto, luego me ascendieron a otra parte. Fue una historia muy bonita porque a los 15 años compré mi primera moto”, destaca. “Era una empresa donde llegaban a comprar muchos cerdos y pagaban en efectivo. Una vez me llamó el jefe inmediato de esa época y ahí comencé a hacer todas las vueltas de la empresa. De ahí me comenzó a gustar en el mundo empresarial”.

Daniel estudió ingeniería civil, pero al cuarto semestre se retiró. Un día, en medio del concierto que Vicente Fernández daría en Girardot, se fue a pedir trabajo y tocar las puertas. Sostiene que tardó más de cuatro horas para convencer al encargo de la producción, pero lo contrataron para desmontar el concierto.

“Fueron dos días de largo, montando y trasnochando. Me gustó ese mundo de los conciertos, que es bastante interesante”, dice.

A poco tiempo de cumplir sus 20s, viajó a Bogotá a estudiar ingeniería de sonido. Meses después, a aquel hombre con el que trabajó en Girardot, lo volvió a contratar para el montaje del Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá. Recuerda que cuando terminaron las presentaciones, los camiones salían para Medellín, por lo que se fue a vivir a Medellín.

Con $80.000 en el bolsillo de su pago en Bogotá, pagó una noche hotel de $13.000 en Medellín. Ahí, la misma empresa de Girardot y Bogotá, lo contrató indefinidamente para trabajar en la producción de eventos. Recuerda que su primer montaje fue del Festival Vallenato en Valledupar.

“Con lo de los viáticos que ellos me dieron, después ahorré y alquilé una habitación en Envigado”.

Daniel empezó en montaje, pero fue ascendiendo en la empresa, aprendiendo todos los pormenores del negocio. En 2018, cuatro años después de empezar a trabajar en Medellín, tomó la decisión de emprender su camino y montar una nueva compañía. De ahí nació Audio Performance, una productora que ya se ha ganado el respeto de los grandes de la industria y la cual espera sumar ventas por más de US$400.000 mensuales en 2022.

Los proyectos

A seis meses de empezar la empresa, Daniel firmó un contrato con Carlos Vives. Luego vinieron un par más y todo apuntaba a que 2020 serían un año de consolidación. No obstante, la pandemia llegó a Colombia y el 25 de marzo de 2020 el presidente Iván Duque decreto cuarentena total.

Cuenta Daniel que lograron soportar los gastos en los tres primeros meses de la pandemia con los ingresos obtenidos anteriormente. En su reinvención del negocio, encontraron una oportunidad para hacer reuniones virtuales y se enfocaron en eso. “Las iglesias querían pasarse al mundo de la virtualidad y querían transmitir sus reuniones. Para nosotros fue un nicho de negocio demasiado importante y comenzamos a hacer esa producción”, dice el joven de 29 años.

El empresario sacó a flote la compañía y en medio de la reactivación concretó millonarios contratos de cara al 2021 y 2022. Hoy, Audio Performance emplea a 30 personas directas y puede lograr picos de hasta 400 trabajadores en la producción de un concierto.

En este momento, están desarrollando un gran festival en el continente, en el que reunirán artistas de talla mundial, al mismo estilo de Estereo Picnic o Jamming. Por ahora no da muchos detalles, pero sí asegura que a la par de este proyecto vienen más conciertos en Estados Unidos y Europa.

Fiel a su objetivo de seguir conquistando el mundo desde Colombia, su empresa apunta a facturar US$4.8 millones el próximo año. Toda esta expansión, en medio que su nombre se sigue difundiendo entre los grandes de la industria musical.

Fuentes Consultadas: FORBES